Me llamo Carmen y esta es la historia de cómo acabé en la Youth Conference de Bulgaria del 16 al 19 de abril. Quizás, haciendo uso de la extrema sinceridad que Ana Solano intentó refrenar durante esos días (“¡Carmen! ¿Es que no tienes filtro, tía?”), añadiré que yo salí de mi nublada Navarra con una maleta rota y sin saber qué esperar ni, tampoco, qué esperarían de mí.
Cuando por fin aterrizamos el domingo, mi primera sensación al mirar el cielo fue que había vuelto a Pamplona: cielo gris, nubes de lluvia, brisa fresca… me sentí prácticamente en casa (me sentí aún más en mi salsa cuando descubrí el carácter algo brusco y seco de los búlgaros).
El lunes fue bastante tranquilo, trabajo de organización dentro de la delegación de trabajo y turismo por la tarde. Mi idea del martes era bastante relajada, hasta que a las 9:30 a.m me reventó el tímpano el himno oficial de la Youth Conference Sofia 2018: “Europe, my love”. Citando a una delegada anónima, veterana en estos eventos, “Esto es lo más raro que he visto en una Youth Conf.”
Después de las conferencias muy interesantes de Kate Gilmore (Derechos Humanos, ONU) y Afshan Khan (UNICEF). Nos pusimos ya un poco más en tema y revisamos todos juntos las conclusiones de la Youth Conference del noviembre pasado en Tallín (Estonia) para luego dividirnos en los 11 grupos de los que debíamos sacar entre 5 y 7 targets para presentar el jueves por la mañana. Yo tuve la suerte de participar en el grupo de “Youth Spaces and everyday participation” (espacios de juventud y participación cotidiana).
Tanto el martes como el miércoles fueron días de mucho trabajo. Fue difícil resumir estos dos temas en 7 conclusiones o temas a tratar. Dando una idea general, nos centramos en la importancia de que los jóvenes puedan tener sitios donde no solo pasar un buen rato con los amigos, si no también donde se puedan sentir escuchados y que sus propuestas son tan válidas como las del resto. Hicimos, también, mucho hincapié en la integración de todos los jóvenes, vengan de donde vengan, sean como sean y traigan encima lo que traigan, absolutamente todos en estos espacios. Como ejemplo en muchos sitios hablamos sobre los consejos de juventud nacionales y locales. Al final lo conseguimos centrar todo en 7 targerts y, personalmente, estoy contenta del resultado
Ha sido un viaje excepcional. Nos sobran las ganas de volver a representar a la juventud española en estos sitios y de ver cómo nuestro trabajo guiará el camino de las políticas de juventud europea en los próximos años.
Nuestros representantes españoles en la Youth Conference. Carmen Bueno, de la embajada de Navarra, José Juan Álvarez, de la embajada de Canarias y Ana Solano responsable del área de Relaciones Internacionales del CJE