JOSE ÁLVAREZ. Embajada de Canarias.
Las ganas de la Unión Europea por escuchar lo que la juventud del continente tiene que decir, van en aumento. La implicación por reunirnos en un espacio de debate donde pudiéramos conocernos, intercambiar ideas y trabajar en los objetivos estratégicos de las futuras políticas también. Es por ello, que fue decepcionante que perdieran gran parte de tal oportunidad entre discursos institucionales.
Del 17 al 19 de abril, jóvenes de Europa con conciencia en la participación juvenil, de diferentes orígenes (embajadas de dialogo estructurado, consejos de juventud, grupos nacionales de trabajo…) nos dimos cita en Bulgaria con motivo de la Conferencia Europea de Juventud. La intención con la que asistíamos a esta era debatir sobre los Youth Goals.
Los Youth Goals, son la división del futuro plan de acción en materia juvenil. Siendo 11 líneas de trabajo bien definidas que reúnen puntos como los entornos rurales, la igualdad de género, la participación juvenil, la educación y el empleo… Con ellas, se pretende identificar las áreas sociales en las que estamos inmersas la nueva generación. Nuestro trabajo, consistió en determinar en cada uno de ellos, las necesidades más relevantes en los que se ha de intervenir.
Esta gran oportunidad se vio ensombrecida por toda una mañana de discursos preparados y extensos de representación política que poco pie dejaron a la intervención joven. Después del primer café de la mañana, nos convertimos en espectadores, y durante esta en general, lo fuimos.
Sin embargo, somos más la resistencia. Somos más los jóvenes y las jóvenes que teníamos bien agarradas las ganas de cambiar nuestro panorama internacional. En principio, porque sabemos que la realidad europea afecta al curso de nuestras políticas juveniles nacionales, y estas a su vez, al círculo local que nos incide directamente.
Después de trabajar previamente los Youth Goals en la embajada de Canarias y en la consulta nacional con el resto de ellas, teníamos las ideas claras. Y fue algo en común que se percibía en los grupos de trabajo europeos. Contando con esta información, nuestra meta era dejar bien planteado que hacer en las líneas de acción que queríamos que Europa tomara en cada objetivo, y sin perder un segundo y tras tomar las riendas, lo hicimos. Dando una lección que demuestra que: La voz de la juventud no se ha de perder entre la de cargos políticos. Solamente cuando el diálogo respeta ambas partes, se logran los objetivos.